♥Eso que yo sé...♥

Eso que yo sé…

Casi sin querer,

Me río,
Con minúsculas ganas.

Casi sin querer,

Me duermo,
Y lloro,

Todas las mañanas...

Casi sin querer,

Yo tiemblo,
de frío...

Pero se muy bien,

Que no te tengo.

Así como se también,

Que te pretendo,

Como un loco enamorado,

Que te toma de la mano,

Y te da una rosa,

Para acariciar tu boca.

Yo perdí,

Las nociones,

De lo que podría sentir,

Sin un día,

Te alejaras,

De mí.

Pero se muy bien que río,

Cuando contemplo,

Tus playas,

Tus Torii,

Tus puentes,

Y tus tempuras.

Así  como se que miro,

Con ansia tus cañas,

De bambú bañadas,

Por el claro de la luna,

De una festividad local.

Yo perdí,

Ya mi sentido,

Admirando tu otrora orgullo

Devenido en viento límpido.

Y luego al sujetar,

Un lazo invisible,

Fue grabada,

Esa mirada,

En la perdida ,

Y gran ola,

De Kanagawa.

Yo me extasiaba,

En tu aroma.

Y contemplaba,

Con ojos de amapola,

Cada ola,

Cada roca.

Y en la distancia,

Avizoraba,

Cada desgarradora,

Y lluviosa melopea.

Que por tus bosques,

Musitaran,

Los onis maliciosos,

Escapados de algún kabuki,

Olvidado de dormir.

Casi sin querer,

Me di cuenta,

(Casi sin notarlo)

Que te amaba…

Casi sin querer,

Mi alma incierta,

Junto a tu recuerdo,

Sollozaba

Casi sin querer,

Lo supe.

Casi sin querer,

Imaginé que te tuve,

Apenas soñando,

En mi regazo.

Y te dejé junto al estanque,

En que dos amantes,

Con sus frágiles suspiros

Te hubieron acunado,

La única vez al año,

En que podían encontrarse,

Bajo el manto rosado,

De la galaxia.

Casi sin querer,

Me río.

Casi sin querer,

Me doy cuenta,

Que tengo frío.

Casi sin querer,

Suspiro.

Casi sin querer,

Me olvido,

Que yo se muy bien,

Que no te tengo.

Que yo se muy bien,

Que te pretendo,

Como un amante ardiente,

Que espera entrarse por la ventana,

Cuando el esposo,

Anda ausente.

Casi sin querer,

Yo sufro,

Cada ocasión,

En que se nubla,

El esplendoroso sol,

Que te alumbra.

Casi sin querer,

Yo corro,

Lento y musitando,

Hasta por donde te halles.

Pero no estás allí,

Y aun así,

Yo te presiento,

Coronado de crisantemos,

Bordeando el crepúsculo,

Que aun no vemos.

Casi sin querer,

Me enamoré.

Casi sin querer,

Te amé.

Casi sin querer,

Te besé…

Pero se muy bien,

Que no eres mío.

Pero se muy bien,

Que no poseo,

Cada parte,

De tu cuerpo bello,

Ni tus manos de algodón,

Ni tu corazón de arroz,

Ni tu  murmullo suave,

Como ese aire perfumado,

De bambú y ocaso.

Y aunque se muy bien,

Que te pretendo.

Y aunque se muy bien,

Que no te tengo…

Y aunque se muy bien,

Cuánto lamento,

Haber llegado,

Tan tarde…

Hoy quisiera,

Declararme,

Con éstas ridículas,

Palabras,

Que nacieron,

Despeñadas,

Desde el alma,

Y provocaron,

Algún derrumbe

De mieles,

En el corazón.

Casi sin pensar,

Te quise,

Casi sin pensar,

Me enmascaré.

Casi sin pensar,

Bailé,

En el Bon Odori aquél,

En que todo y nada,

Acaso importaba,

En el que mi oído,

Nadaba

En la tibieza,

De tu sensatez.

Y hoy y mañana ,

Y siempre,

En donde los astros,

Se esconden,

Dejo entregado ,

Un sacrificio,

Con mi sangre y mi ser,

Para que renazcas,

De tus cenizas.

Tenlo como obsequio,

Un recuerdo,

Que hunde en tus ojos,

Mas tristeza,

Que las raíces del dolor,

Que se unen entre ambos,

Mucho mas profundo aún….

Y mi sacrifio,

En las cavernas,

Gritará,

Como un silencio,

Que te abrazará

Si alguna vez ,

Te tocase perder,

En el juego de la vida,

Y debas renacer,

Y no tengas quien,

Lamente tu partida.

Casi sin querer,

Me río.

Casi sin querer,

Tiemblo de frío,

Tratando de alcanzarte,

Pero pareces alejarte,

Cada vez que,

Intento tocarte,

Con mis dedos exangües…

Casi sin querer,

Te miro.

Casi sin querer,

Te observo.

Casi sin querer,

Me enamoré…

Casi sin querer,

Quisiera yacer,

Enterrado en tu pecho,

Descansando en tu sombra,

De naciente sol.

Casi sin querer,

Me río…

Casi sin querer,

Descubrí que te amé.